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lunes, 29 de agosto de 2016

Aplicaciones de la bacteria Bacillus subtilis

De los estudios de ciencia básica en torno a la Bacillus subtilis se logró obtener su aplicación para la producción de insulina


Ensenada, Baja California / Conacyt / ciberpasquinero

El estudio y modificación genética de la bacteria Bacillus subtilis por parte de especialistas del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) ha resultado en aplicaciones tan variadas como la creación de una vacuna para camarones de cultivo y un nuevo procedimiento para la producción de insulina.
Con una línea de investigación que se ha desarrollado desde ciencia básica hasta ciencia aplicada, Jorge Olmos Soto, especialista del Departamento de Biotecnología Marina del CICESE, se ha propuesto utilizar microorganismos para beneficio de animales y humanos.
De dicho objetivo se han derivado alrededor de 15 años de estudios de la bacteria Bacillus subtilis, enfocados en entender sus mecanismos de regulación, con la finalidad de manipularla para producir compuestos de interés biotecnológico.

Insulina en abundancia y de bajo costo

Olmos Soto explicó que de los estudios de ciencia básica en torno a la Bacillus subtilis se logró obtener su aplicación para la producción de insulina, una hormona empleada en el tratamiento de pacientes con diabetes.
Dado que la insulina ya es un producto accesible comercialmente, el investigador contempló la posibilidad de mejorar su proceso de producción para reducir sus costos y patentarlo.
“Desarrollamos una bacteria, la modificamos genéticamente para producir abundantes cantidades de insulina, secretarla al medio de cultivo y poderla purificar de manera sencilla”, detalló.

Procesamiento

Olmos Soto mencionó que como parte del procedimiento se toma el gen de la insulina, se introduce a la bacteria y esta la sobreproduce y la secreta al medio de cultivo, donde se puede purificar de forma sencilla y económica.
“Secretas la proteína al medio de cultivo, la tomas y haces una prueba de laboratorio para detectar que es la proteína, la mandas secuenciar, la cuantificas y sabes que tienes una concentración elevada”, agregó.
Precisó que al momento cuentan con una cepa de Bacillus subtilis modificada genéticamente que produce insulina, la cual es factible de ser patentada y transferida al sector comercial.
“La Bacillus subtilis es generalmente reconocida como segura por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, lo que facilita su uso en animales y humanos”, especificó Olmos Soto

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